¿Sabes qué es el Reiki?

El Reiki es una técnica de sanación natural en la que, mediante la imposición de manos, se proyecta Energía en la persona que recibe la terapia. Es fácil entenderlo cuando pensamos qué es lo que hacemos de manera intuitiva cuando tenemos alguna dolencia: llevamos las manos a ese lugar , es lo más natural. Nuestro cuerpo posee una sabiduría innata para autosanarse, sólo tenemos que escucharlo y darle lugar a expresarse.

Reiki es un término japonés que significa “Energía Vital Universal” o “energía vibrando al más alto nivel”.

REIKI = Sanación a través de la Energía Universal

El objetivo del tratamiento es atender la parte del cuerpo-mente que manifiesta el síntoma, dirigiendo allí la Energía Universal: dolor de cabeza, de espalda, estrés, irritación, cansancio….

Para comprenderlo, tomamos el modelo oriental del sistema energético, que considera que la energía vital fluye a través de nosotros por “rutas” o Medirianos y es enfocada desde puntos estratégicos o Chakras.

Si nuestra energía fluye libremente entre ellos existirá equilibrio y, en consecuencia, salud.

Pero si el flujo de energía se restringe o bloquea, se crea un desequilibrio en el sistema energético del cuerpo. Los bloqueos pueden surgir de una multitud de fuentes y su resultado suele ser una manifestación física/emocional en forma de malestares  o patologías crónicas.

¿Cómo actúa el Reiki en nuestro cuerpo?

Mediante la imposición de manos, el terapeuta de Reiki lleva la Energía Vital Universal a todos los órganos importantes del cuerpo del paciente y lo hace de una forma gradual y armoniosa. De esta manera, restablece la capacidad de reacción y de recuperación del propio organismo.

Además, la terapia Reiki produce un estado de relajación profunda, reduce el estrés y libera sentimientos reprimidos o no vividos. Mediante su práctica habitual, aprendemos a escuchar a nuestro cuerpo y a confiar en nuestra intuición. Así que esta terapia nos ayuda a tomar conciencia de viejas creencias ancladas en nuestro ser y liberarlas.

Durante el tratamiento, los bloqueos energéticos se disuelven y las reacciones se pueden expresar por medio del llanto o la risa. Hay que dejarlas fluir y no interceder en ellas ni tratar de controlarlas, de esta manera sólo contribuiremos a un mayor bloqueo.

Hay una regla básica del Reiki: colocar las manos sobre un receptor que desee recibir la Energía Vital, y será él mismo quien inconscientemente absorba la cantidad de energía que necesite para su autosanación.

¿A qué esperas para vivir todas las ventajas que ofrece el Reiki?